Eugenio Salas: Hay sólo ventajas en la diversidad

Por Nicolás Parra/Cinthia Baza

Contribuir al rescate y difusión de la cultura mapuche son algunas de las preocupaciones principales de Parque Eólico Lebu-Toro. Para ello, la institución cuenta con la ayuda del destacado escultor e investigador nacional, Eugenio Salas.

Este renombrado escultor nacido en Antihuala, Provincia de Arauco, es una de las voces chilenas con más experiencia en temáticas de este pueblo ancestral. Su cercanía con líderes mapuches y trabajo en comunidades le ha permitido desarrollar una vasta carrera artística ligada a este pueblo originario y que lo llevó a exponer sus trabajos en diversos países del mundo.

En la actualidad, Salas se encuentra terminando una serie de 14 figuras de deidades mapuches, las que serán emplazadas en las inmediaciones de Parque Eólico Lebu-Toro para conformar así el Sendero de las Esculturas.

Sus inicios y relación con el pueblo mapuche
“La escultura la tomé desde niño en unos cursos de artes manuales que existían en los colegios antiguamente. Nosotros hacíamos trabajos, desde juguetes a objetos que eran tallados o con volumen. A mí eso me gustó”, dice Salas sobre sus inicios artísticos, mientras nos ofrece un café en su taller ubicado en Santa Rosa, en las cercanías del Parque Eólico.

No obstante, su pasión por las esculturas va más allá. De acuerdo Salas, el artista debe tener “una relación con los materiales, producto de que se descubre su lenguaje”.

“Conoces que la madera tiene veta, dirección. De primera no lo sabes, pero las personas con sensibilidad artística descubren que en eso hay un encanto especial, un sentido y significado que uno quiere hacer cada vez más consciente”, relata.

-¿Luego de las esculturas siguió con la pintura?

-Sí. Tiempo después tomé el tema de la pintura con mucha claridad de propósito y buscando desarrollar una propuesta que replanteé el hecho de que somos un país de América y no somos una sucursal de Europa. Tú vas a la academia y te hacen clases de arte y te muestran pintores del viejo continente. Los argentinos, uruguayos y brasileños se sienten más cercano a Europa y no tienen problemas en tomar ciertos aspectos de esa cultura en sus trabajos. Sin embargo, para los chilenos a comienzo de los años 60 se produce una revisión del quehacer en relación a que tú estás en Chile, situado en América. Esa condición de isla que tiene nuestro país, entre la cordillera y el mar, yo diría que es muy positivo.

-¿Ese mismo propósito que usted menciona lo llevó a incluir a la cultura mapuche en sus trabajos?

-Exacto. Nuestros países siguen manteniendo -a pesar de la independencia- una condición de colonia y eso no puede ser. Culturalmente e intelectualmente, yo creo que el desafío es que todos los elementos de la cultura universal nos constituyen, siempre que no borren nuestra columna vertebral, madre patria España para los españoles, pero nosotros madre patria indígena. ¿Qué tenemos que ver nosotros con España? Los hombres vinieron de Europa, pero las mujeres estaban acá, o sea, el 92% de los chilenos tiene sangre indígena. Este es un país donde la huella indígena nos habita, nos constituye, y en cierto modo nos determina. Tomemos lo mejor de su mensaje, que la madre tierra es su madre, entonces te da frutos, semillas, y tú le das agradecimientos, ofrendas.

-El problema es que no siempre se hacen agradecimientos…

-Acá no. Rajamos la tierra, explotamos los recursos, los llevamos por toneladas y ni le damos un besito a la tierra. Es brutal, con tu madre no puedes hacer eso. Por eso es necesario mirar lo que nos están diciendo los indígenas, somos hijos de esta tierra.

-¿Quizás ahí radica el problema actual, en que no se entiende la visión mapuche?

-Sí. Aparte de eso, también se  generó el estereotipo que vivimos hoy; los chilenos no comprendemos que ellos reclamen por tierras, porque nos preguntamos ‘y qué van a sembrar’. Esa no debe ser una discusión, porque se trata de otra cultura. Yo prefiero que ellos hablen por sí mismos, subyace un discurso propio y es legítimo que lo tengan, porque somos un estado plurinacional y mientras más nos demoremos en reconocer la multiculturalidad de Chile, más tiempo nos demoramos en desarrollarnos. Hay sólo ventajas en la diversidad, aunque es más exigente. Cuando tú haces una obra de arte, tienes que buscar variedad, pero dentro de todo esto tiene que estar presente la unidad.

-¿A qué ventajas se refiere?

-La diversidad cultural y geográfica da valor al país. Esto hay que pensarlo como un jardín, con rosas y claveles, somos diversos y eso es fantástico.
-¿Esa diversidad contribuye al turismo en la zona también?

-Sí. Yo creo que la gran industria es el turismo, porque agrega valor al territorio, te permite que mires un paisaje de arenas en desierto del norte, dunas en el caso de este territorio y cordillera con árboles de más de cuatro mil años. ¿Dónde puedes ver eso a más de cien metros de distancia en el planeta? Además, qué mejor que con pueblo mapuche formando parte de esto.

El trabajo de este destacado artista e investigador es de suma importancia para la labor que realiza Parque Eólico Lebu-Toro. Su larga trayectoria contribuirá a que esta institución continúe en su misión de aportar a la Provincia de Arauco, desde lo económico, pero especialmente desde lo medioambiental y social.

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