En 1881 inició su apostolado de conversión de indígenas. Fue un período de doce años en que manifestó una profunda unción redentora.
Estuvo tres años como procurador de misiones en Angol. También, fundó la misión de Cholchol en 1988. Años después Virgilio Figueroa describía esta hazaña explicando que la misión fue iniciada “en pleno campo indígena, desafiando las inclemencias del tiempo, la soledad de las montañas y el aspecto feroz del indómito araucano”.
Pero el ministerio de Fray Luis de Mansilla, no se agotaba en la construcción y administración de obras apostólicas. Realizó una gira por las reducciones de Pellamenco, Trintre, Cancura, Mininco, Lumaco, Purén, Quidico, Caicupil, Castringue, Piuchén, Galvarino, Ñielol, Champulli y Carahue, situadas en las provincias de Arauco y Cautín.
Su perpetua actividad y diligencia lo llevó a efectuar innúmeros bautismos y matrimonios. Se adentró en los parajes más agrestes de la geografía de los pueblos originarios, sin hacer repudio de la vocación que lo impulsaba a ello, y trajo la palabra de Dios a quienes creyó debían recibirla en sus corazones, todos.
Fuentes:
– Pablo Quintana Villanueva, Bachiller en Humanidades y Ciencias Sociales. Estudiante de Periodismo.
– Figueroa, Virgilio (1931). Diccionario Histórico, Biográfico y Bibliográfico de Chile. Santiago de Chile.